Me miré en el espejo
y no estaba
ni mi sonrisa,
ni el brillo del alma en mis ojos
no llevaba rimel
ni carmesí en mis labios
no tenía ese mechon rubio
ese que jugabas enredando entre tus dedos
ni la ilusión de nuestra cita
esos nervios para que llegara el momento,
o la felicidad, ese instante de miradas, cuano estabamos en tu cama...
No! ahora
Hayo sólo un reflejo
una dosis de realidad:
mis lágrimas manchadas de rimel
enrojecidas de pintalabios
derramandose en el abismo
entre ese recuerdo
que era yo
y el mismo
que ahora esta
inmóvil en el espejo.
¿dónde se quedó el otro espejo?
me siento perdida en ese reflejo.